Me he divertido un buen rato con las lavanderas, la del tenebrio en el aire es pura suerte, no he disparado en ráfaga, como no sabia por donde incarle el diente (pico), se tiró un buen rato mareando la perdiz (tenebrio) hasta que lo finiquitó antes de tragarselo, ¡que bien saben donde está la cabeza!
saludos.
Mi más sincera enhorabuena. Buenas imágenes, una calidad totalmente aceptable, y en lo concerniente al reportaje, un 10.
ResponderEliminarUn abrazo
Enhorabuena Manolo. No paras... ¿Va bien ese dedo?. Seguro que de lujo. No sé si conoces (o conocéis) el disparador remoto Yongnuo RF-602. Me lo he comprado recientemente (en ebay por 25€). Aunque no lo he testado aún creo que el aparato me va a ahorrar un montón de sesiones tumbado a ras de suelo y de hide, para especies como la que nos acontece. Este aparato tiene un alcance de 100 m ¿? (por testar) y permite (aquí viene lo bueno del chisme) autoenfocar, ya que el emisor tiene dos posiciones como el botón de nuestra cámara.
ResponderEliminarSobretodo te vendría genial para tomas como la que tienes de la lavandera sobre la piedra, donde sabes que tarde o temprano se te posará. Pones el punto de enfoque donde creas que el ave se posará y a disparar. (A seguir machacando ese dedo)
Saludos...
Preciosas Manuel, si señor. Aquí en Málaga no se si se le llama así pero por mi tierra las llamamos "Firfitas". Tan dispuestas ellas y cada vez más adaptadas y cercanas al hombre. Un saludo.
ResponderEliminarBuen reportaje. Las que mas me gustan, las dos primeras.
ResponderEliminarUn buen documento Manuel.
ResponderEliminarUn saludo, Paco Chamizo